Salmo para hoy Martes

Salmo para hoy Martes
Salmo para hoy Martes

 

Ten compasión de mí, oh Dios, pues hay gente que me persigue. Todo el día me atacan mis opresores,

todo el día me persiguen mis adversarios; son muchos los arrogantes que me atacan.

Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.

Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal?

Todo el día tuercen mis palabras; siempre están pensando hacerme mal.

Conspiran, se mantienen al acecho; ansiosos por quitarme la vida, vigilan todo lo que hago.

¡En tu enojo, Dios mío, humilla a esos pueblos! ¡De ningún modo los dejes escapar!

Toma en cuenta mis lamentos; registra mi llanto en tu libro. ¿Acaso no lo tienes anotado?

Cuando yo te pida ayuda, huirán mis enemigos. Una cosa sé: ¡Dios está de mi parte!

Confío en Dios y alabo su palabra; confío en el Señor y alabo su palabra;

confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal?

He hecho votos delante de ti, oh Dios, y te presentaré mis ofrendas de gratitud.

Tú, oh Dios, me has librado de tropiezos, me has librado de la muerte, para que siempre, en tu presencia, camine en la luz de la vida.

Salmo 56

Salmo para hoy Martes

Salmo de Ayer

 

¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía!

Es como el buen aceite que, desde la cabeza, va descendiendo por la barba, por la barba de Aarón, hasta el borde de sus vestiduras.

Es como el rocío de Hermón que va descendiendo sobre los montes de Sión. Donde se da esta armonía, el Señor concede bendición y vida eterna.

Salmo 133

Salmo para hoy Martes

Salmo de Anteayer

 

Oh Dios, los pueblos paganos han invadido tu herencia; han profanado tu santo templo, han dejado en ruinas a Jerusalén.

Han entregado los cadáveres de tus siervos como alimento de las aves del cielo; han destinado los cuerpos de tus fieles para comida de los animales salvajes.

Por toda Jerusalén han derramado su sangre, como si derramaran agua, y no hay quien entierre a los muertos.

Nuestros vecinos hacen mofa de nosotros; somos blanco de las burlas de quienes nos rodean.

¿Hasta cuándo, Señor ? ¿Vas a estar enojado para siempre? ¿Arderá tu celo como el fuego?

¡Enójate con las naciones que no te reconocen, con los reinos que no invocan tu nombre!

Porque a Jacob se lo han devorado, y al país lo han dejado en ruinas.

No nos tomes en cuenta los pecados de ayer; ¡venga pronto tu misericordia a nuestro encuentro, porque estamos totalmente abatidos!

Oh Dios y Salvador nuestro, por la gloria de tu nombre, ayúdanos; por tu nombre, líbranos y perdona nuestros pecados.

¿Por qué van a decir las naciones: «¿Dónde está su Dios?»? Permítenos ver, y muéstrales a los pueblos paganos cómo tomas venganza de la sangre de tus siervos.

Que lleguen a tu presencia los gemidos de los cautivos, y por la fuerza de tu brazo salva a los condenados a muerte.

Señor, haz que sientan nuestros vecinos, siete veces y en carne propia, el oprobio que han lanzado contra ti.

Y nosotros, tu pueblo y ovejas de tu prado, te alabaremos por siempre; de generación en generación cantaremos tus alabanzas.

Salmo 79