Salmo del Día. Aquí te ofrecemos un Salmo bíblico diario, para inspirar y mejorar tu día a día. Este es el Salmo de hoy que te ayudará…

 

Salmo de Hoy

Salmo para hoy Martes

 

Apresúrate, oh Dios, a rescatarme; ¡apresúrate, Señor , a socorrerme!

Que sean avergonzados y confundidos los que procuran matarme. Que retrocedan humillados todos los que desean mi ruina.

Que vuelvan sobre sus pasos, avergonzados, todos los que se burlan de mí.

Pero que todos los que te buscan se alegren en ti y se regocijen; que los que aman tu salvación digan siempre: «¡Sea Dios exaltado!»

Yo soy pobre y estoy necesitado; ¡ven pronto a mí, oh Dios! Tú eres mi socorro y mi libertador; ¡no te demores, Señor !

Salmo 70

 

Salmo de Ayer

 

Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias e invocamos tu nombre; ¡todos hablan de tus obras portentosas!

Tú dices: «Cuando yo lo decida, juzgaré con justicia.

Cuando se estremece la tierra con todos sus habitantes, soy yo quien afirma sus columnas». Selah

«No sean altaneros», digo a los altivos; «No sean soberbios», ordeno a los impíos;

«No hagan gala de soberbia contra el cielo, ni hablen con aires de suficiencia».

La exaltación no viene del oriente, ni del occidente ni del sur,

sino que es Dios el que juzga: a unos humilla y a otros exalta.

 

En la mano del Señor hay una copa de espumante vino mezclado con especias; cuando él lo derrame, todos los impíos de la tierra habrán de beberlo hasta las heces.

Yo hablaré de esto siempre; cantaré salmos al Dios de Jacob.

Aniquilaré la altivez de todos los impíos, y exaltaré el poder de los justos.

Salmo 75

 

Salmo de Anteayer

 

A ti, oh Dios de Sión, te pertenece la alabanza. A ti se te deben cumplir los votos,

porque escuchas la oración. A ti acude todo mortal,

a causa de sus perversidades. Nuestros delitos nos abruman, pero tú los perdonaste.

¡Dichoso aquel a quien tú escoges, al que atraes a ti para que viva en tus atrios! Saciémonos de los bienes de tu casa, de los dones de tu santo templo.

Tú, oh Dios y Salvador nuestro, nos respondes con imponentes obras de justicia; tú eres la esperanza de los confines de la tierra y de los más lejanos mares.

Tú, con tu poder, formaste las montañas, desplegando tu potencia.

Tú calmaste el rugido de los mares, el estruendo de sus olas, y el tumulto de los pueblos.

Los que viven en remotos lugares se asombran ante tus prodigios; del oriente al occidente tú inspiras canciones de alegría.

Con tus cuidados fecundas la tierra, y la colmas de abundancia. Los arroyos de Dios se llenan de agua, para asegurarle trigo al pueblo. ¡Así preparas el campo!

Empapas los surcos, nivelas sus terrones, reblandeces la tierra con las lluvias y bendices sus renuevos.

Tú coronas el año con tus bondades, y tus carretas se desbordan de abundancia.

Rebosan los prados del desierto; las colinas se visten de alegría.

Pobladas de rebaños las praderas, y cubiertos los valles de trigales, cantan y lanzan voces de alegría.

Salmo 65

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