Salmo para hoy Lunes

Salmo para hoy Lunes
Salmo para hoy Lunes

 

Sálvame, oh Dios, por tu nombre; defiéndeme con tu poder.

Escucha, oh Dios, mi oración; presta oído a las palabras de mi boca.

Pues gente extraña me ataca; tratan de matarme los violentos, gente que no toma en cuenta a Dios. Selah

Pero Dios es mi socorro; el Señor es quien me sostiene,

y hará recaer el mal sobre mis adversarios. Por tu fidelidad, Señor , ¡destrúyelos!

Te presentaré una ofrenda voluntaria y alabaré, Señor , tu buen nombre;

pues me has librado de todas mis angustias, y mis ojos han visto la derrota de mis enemigos.

Salmo 54

 

Salmo de Ayer

 

Dios nos tenga compasión y nos bendiga; Dios haga resplandecer su rostro sobre nosotros, Selah

para que se conozcan en la tierra sus caminos, y entre todas las naciones su salvación.

Que te alaben, oh Dios, los pueblos; que todos los pueblos te alaben.

Alégrense y canten con júbilo las naciones, porque tú las gobiernas con rectitud; ¡tú guías a las naciones de la tierra! Selah

Que te alaben, oh Dios, los pueblos; que todos los pueblos te alaben.

La tierra dará entonces su fruto, y Dios, nuestro Dios, nos bendecirá.

Dios nos bendecirá, y le temerán todos los confines de la tierra.

Salmo 67

Salmo de Anteayer

 

El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.

Yo le digo al Señor : «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío».

Solo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas,

pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte!

No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día,

ni la peste que acecha en las sombras ni la plaga que destruye a mediodía.

Podrán caer mil a tu izquierda, y diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará.

No tendrás más que abrir bien los ojos, para ver a los impíos recibir su merecido.

Ya que has puesto al Señor por tu refugio, al Altísimo por tu protección,

ningún mal habrá de sobrevenirte, ninguna calamidad llegará a tu hogar.

Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos.

Con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna.

Aplastarás al león y a la víbora; ¡hollarás fieras y serpientes!

«Yo lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré, porque reconoce mi nombre.

Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores.

Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación».

Salmo 91

 

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