Salmo del Día. Aquí te ofrecemos un Salmo bíblico diario, para inspirar y mejorar tu día a día. Este es el Salmo de hoy que te ayudará…

 

Salmo para hoy Domingo

 

Dios preside el consejo celestial; entre los dioses dicta sentencia:

«¿Hasta cuándo defenderán la injusticia y favorecerán a los impíos? Selah

Defiendan la causa del huérfano y del desvalido; al pobre y al oprimido háganles justicia.

Salven al menesteroso y al necesitado; líbrenlos de la mano de los impíos.

»Ellos no saben nada, no entienden nada.

Deambulan en la oscuridad; se estremecen todos los cimientos de la tierra.

»Yo les he dicho: “Ustedes son dioses; todos ustedes son hijos del Altísimo”.

Pero morirán como cualquier mortal; caerán como cualquier otro gobernante».

Levántate, oh Dios, y juzga a la tierra, pues tuyas son todas las naciones.

Salmo 82

Salmo de Ayer

 

Ten compasión de mí, oh Dios; ten compasión de mí, que en ti confío. A la sombra de tus alas me refugiaré, hasta que haya pasado el peligro.

Clamo al Dios Altísimo, al Dios que me brinda su apoyo.

Desde el cielo me tiende la mano y me salva; reprende a mis perseguidores.

Selah ¡Dios me envía su amor y su verdad!

 

Me encuentro en medio de leones, rodeado de gente rapaz. Sus dientes son lanzas y flechas; su lengua, una espada afilada.

Pero tú, oh Dios, estás sobre los cielos, ¡tu gloria cubre toda la tierra!

Tendieron una red en mi camino, y mi ánimo quedó por los suelos.

En mi senda cavaron una fosa, pero ellos mismos cayeron en ella. Selah

Firme está, oh Dios, mi corazón; firme está mi corazón.

Voy a cantarte salmos.

¡Despierta, alma mía! ¡Despierten, arpa y lira! ¡Haré despertar al nuevo día!

Te alabaré, Señor, entre los pueblos, te cantaré salmos entre las naciones.

Pues tu amor es tan grande que llega a los cielos; ¡tu verdad llega hasta el firmamento!

¡Tú, oh Dios, estás sobre los cielos; tu gloria cubre toda la tierra!

Salmo 57

Salmo de Anteayer

 

En mi angustia invoqué al Señor , y él me respondió.

Señor , líbrame de los labios mentirosos y de las lenguas embusteras.

¡Ah, lengua embustera! ¿Qué se te habrá de dar? ¿Qué se te habrá de añadir?

¡Puntiagudas flechas de guerrero, con ardientes brasas de retama!

¡Ay de mí, que soy extranjero en Mésec, que he acampado entre las tiendas de Cedar!

¡Ya es mucho el tiempo que he acampado entre los que aborrecen la paz!

Yo amo la paz, pero si hablo de paz, ellos hablan de guerra.

Salmo 120

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *