Salmo del Día. Aquí te ofrecemos un Salmo bíblico diario, para inspirar y mejorar tu día a día. Este es el Salmo de hoy que te ayudará…

Salmo para Hoy Jueves

 

Dice el necio en su corazón: «No hay Dios».

Están corrompidos, sus obras son detestables; ¡no hay uno solo que haga lo bueno!

Desde el cielo el Señor contempla a los mortales, para ver si hay alguien que sea sensato y busque a Dios.

Pero todos se han descarriado, a una se han corrompido.

No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo!

¿Acaso no entienden todos los que hacen lo malo, los que devoran a mi pueblo como si fuera pan? ¡Jamás invocan al Señor !

Allí los tienen, sobrecogidos de miedo, pero Dios está con los que son justos.

Ustedes frustran los planes de los pobres, pero el Señor los protege.

¡Quiera Dios que de Sión venga la salvación de Israel!

Cuando el Señor restaure a su pueblo, ¡Jacob se regocijará, Israel se alegrará!

Salmo 14

 

Salmo de Ayer

 

Señor , tú me examinas, tú me conoces.

Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento.

Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares.

 

No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, Señor , ya la sabes toda.

Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano.

Conocimiento tan maravilloso rebasa mi comprensión; tan sublime es que no puedo entenderlo.

¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu?

¿A dónde podría huir de tu presencia?

Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí.

Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar,

aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha!

Y, si dijera: «Que me oculten las tinieblas; que la luz se haga noche en torno mío»,

ni las tinieblas serían oscuras para ti, y aun la noche sería clara como el día.

¡Lo mismo son para ti las tinieblas que la luz!

Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre.

¡Te alabo porque soy una creación admirable!

¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!

Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado,

cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido.

Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.

¡Cuán preciosos, oh Dios, me son tus pensamientos! ¡Cuán inmensa es la suma de ellos!

Si me propusiera contarlos, sumarían más que los granos de arena.

Y, si terminara de hacerlo, aún estaría a tu lado.

Oh Dios, ¡si les quitaras la vida a los impíos!

¡Si de mí se apartara la gente sanguinaria,

esos que con malicia te difaman y que en vano se rebelan contra ti!

¿Acaso no aborrezco, Señor , a los que te odian, y abomino a los que te rechazan?

El odio que les tengo es un odio implacable; ¡los cuento entre mis enemigos!

Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos.

 

Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno.

Salmo 139

Salmo de Anteayer

 

A ti clamo, Señor , roca mía; no te desentiendas de mí, porque, si guardas silencio, ya puedo contarme entre los muertos.

Oye mi voz suplicante cuando a ti acudo en busca de ayuda, cuando tiendo los brazos hacia tu lugar santísimo.

No me arrastres con los malvados, con los que hacen iniquidad, con los que hablan de paz con su prójimo, pero en su corazón albergan maldad.

Págales conforme a sus obras, conforme a sus malas acciones.

Págales conforme a las obras de sus manos; ¡dales su merecido!

Ya que no toman en cuenta las obras del Señor y lo que él ha hecho con sus manos, él los derribará y nunca más volverá a levantarlos.

Bendito sea el Señor , que ha oído mi voz suplicante.

El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en él confía; de él recibo ayuda.

Mi corazón salta de alegría, y con cánticos le daré gracias.

El Señor es la fortaleza de su pueblo, y un baluarte de salvación para su ungido.

Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad, y cual pastor guíalos por siempre.

Salmo 28

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