Salmo 103, Bendice, Alma mía, al Señor, ( Agradecer Sus Favores y Pedir Ayuda)
SALMO 103 (102)
Este Salmo es un Himno de alabanza
al Señor.
Un canto para agradecer con todas las
fuerzas los inmensos beneficios que
ha concedido a una persona
(el salmista) y a todo el pueblo.
Este salmo nos invita a contemplar
la grandeza del Creador y bendecirlo
por su amor, por su comprensión,
por ser justo, por sus obras y por todo
lo bueno que día a día nos concede.
Pues en cada momento, en cada
situación, favorable o adversa,
Dios nos ama con un amor inmenso
y maravilloso.
En el sufrimiento, en el fracaso, en el
desaliento, cuando las necesidades y
problemas nos abruman y no sabemos
cómo salir de ellas.
Dios está cerca de
nosotros, y con amor, compasión,
ternura y misericordia, perdona
nuestras faltas, sana nuestras
enfermedades, nos bendice con sus
favores, nos ayuda a enfrentarnos a
nuestras dificultades, nos libera de
nuestras angustias, nos salva… es decir,
permanentemente sostiene
nuestras vidas.
Y, como un Padre amoroso que siempre
está cerca de sus hijos, que conoce
nuestra fragilidad, nunca nos
abandona y con su infinita bondad y
gran ternura nos rodea, nos envuelve
y auxilia para que nada perturbe
nuestras vidas.
SALMO 103 (102)
«Bendice alma mía, al Señor, y
todo mi ser a su Santo Nombre.
Bendice alma mía, al Señor, y
no olvides sus beneficios.
Él perdona tus culpas y cura
todas tus enfermedades;
Él rescata tu vida del sepulcro
y te colma de gracia y de ternura;
Él sacia de bienes tu existencia
y renueva tu juventud
como el águila.
El Señor hace justicia y defiende
a todos los oprimidos;
Él reveló sus caminos a Moisés y
sus portentos a los hijos de Israel.
El Señor es compasivo y
misericordioso, lento a la ira y
rico en clemencia; no está siempre
acusando ni guarda rencor
perpetuo; no nos trata como
merecen nuestros pecados ni
nos paga según nuestros culpas.
Como se levanta el cielo sobre la
tierra, se levanta su bondad sobre
sus fieles; como dista el oriente
del ocaso, así aleja de nosotros
nuestros delitos.
Como un padre siente ternura por
sus hijos, siente el Señor ternura
por sus fieles; porque Él sabe de
que pasta estamos hechos, se
acuerda de que somos barro.
Los días del hombre son como
la hierba, florecen como la flor
del campo, la azota el viento y
deja de existir, y ni se sabe
siquiera donde estaba.
Pero el amor del Señor a sus fieles
dura siempre, su justicia pasa de
hijos a nietos: para aquellos que
guardan su alianza y recitan y se
acuerdan de cumplir
sus mandamientos.
El Señor asentó en el Cielo su
Trono, y su soberanía gobierna
el universo.
Bendecid al Señor todos sus
Ángeles, héroes poderosos,
ejecutores de sus órdenes,
prontos a la voz de su Palabra.
Bendecid al Señor, ejércitos suyos,
servidores que cumplís sus deseos.
Bendecid al Señor, todas sus obras,
en todo lugar de su imperio.
¡Bendice, alma mía al Señor!»
Rezar un Padrenuestro y Gloria.
ORACIÓN DE PETICIÓN
Oh Dios, Padre Todopoderoso, Señor y
Creador, gracias te doy por tus favores,
por tu misericordia y compasión y a tu
bondad infinita acudo una vez más, yo
confío en Ti, yo tengo mi esperanza
puesta en Ti, por ello te ruego con
humildad me des tu ayuda.
Padre mío, Tu que ves mis angustias,
mis dificultades y problemas, liberame
de ellos y lléname de bendiciones,
te ruego seas clemente conmigo y me
concedas este favor: (hacer ahora con
mucha fe y esperanza las peticiones).
Padre Tu que siempre nos atiendes
cuando nos ves sufrir y nos das más de
lo que merecemos, haz que mi vida sea
más fácil y dichosa, yo jamás dejaré de
confiar y esperar en Ti, jamás dejare de
amarte y agradecerte todo lo que
haces por mí.
Amén.
Rezar tres Padrenuestros,
Avemaría y Gloria.
Hacer la oración y los rezos
tres días seguidos,
(cada día se lee el Salmo,
meditando lo que dice).