Plegaria a la Divina Misericordia
¡Oh Dios de gran misericordia!,
bondad infinita, desde el abismo
de su abatimiento,
toda la humanidad implora
hoy Tu misericordia,
Tu compasión, ¡Oh Dios!;
y clama con la potente
voz de la desdicha.
¡Dios de Benevolencia,
no desoigas la oración de
este exilio terrenal! ¡Oh señor!,
Bondad que escapa nuestra
comprensión, que conoces
nuestra miseria a fondo
y sabes que con nuestras
fuerzas no podemos
elevarnos a Ti, Te lo
imploramos:
Adelante con
Tu gracia y continúa
aumentando Tu misericordia
en nosotros, para que podamos,
fielmente, cumplir Tu santa
voluntad, a lo largo de nuestra
vida y a la hora de la muerte.
Que la omnipotencia de tu
misericordia nos escude
de las flechas que arrojan
los enemigos de nuestra salvación,
para que con confianza,
como hijos Tuyos, aguardemos
la última venida
(día que Tú solo sabes)
Y esperamos obtener lo que
Jesús nos prometió a pesar
de nuestra mezquindad.
Porque Jesús es nuestra esperanza:
A través de su Corazón misericordioso,
como en el Reino de los Cielos.
Amén.
También te gustará:
Oración al Sagrado Corazón de Jesús Pidiendo Prosperidad y Abundancia
ORACIONES COMPLEMENTARIAS
Gracias Dios, tú eres digno de gran alabanza por ser quien eres.
Por toda tu creación, por la vida, la bendición.
Por la familia, por el trabajo, por la energía para trabajar, por darnos la capacidad de crear, de desarrollar dones y talentos.
Para darnos la fuerza para ayudar y bendecir a otros con lo que tenemos o con lo que hacemos.
Amén.
Damos gracias a Dios porque Él abre caminos nos da su bendición en el camino.
Van nuestros pasos en paz, sin ansiedad ni angustia porque tenemos serenidad y confianza.
Le entregamos nuestro corazón y lo buscamos.
Él extiende su bendición.
Amén.
Señor, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
valor para cambiar las que sí puedo y sabiduría para conocer la diferencia;
viviendo un día a la vez, disfrutando un momento a la vez;
aceptando las adversidades como un camino hacia la paz;
creyendo que Tú harás que todas las cosas estén bien si yo me entrego a tu voluntad;
de modo que pueda ser razonablemente feliz en esta vida e increíblemente feliz.
Contigo en la siguiente.
Amén.
Hermosa oración que cambia la vida a uno si tiene fe