Bella Oración al Señor Pidiéndole Sanación

Bella Oración al Señor Pidiéndole Sanación
Bella Oración al Señor Pidiéndole Sanación

Señor, tú dijiste. No temas, basta que tengas fe. Hija, tu fe te ha curado, vete en paz, y quedó sanado de sus enfermedades.

Bella Oración al Señor

Señor Jesús tú eres la

Palabra viva y eficaz,

yo abro mi corazón,

mi mente y mi cuerpo solo a ti,

Señor, y cierro mi corazón,

mi mente, mi cuerpo

a todo aquello que no sea de ti

en sentimientos, pensamientos

y acciones; solamente a ti

te rindo tributo,

y te proclamo mi Rey y mi Señor.

 

Por eso, Señor,

te pido que borres

desde lo más profundo de mi ser

todo odio, rencor, resentimiento;

yo perdono a los que me han causado

este mal, los perdono para siempre,

 

Señor, y los pongo a los pies

de tu santa cruz; y toda fuerza indigna

y espíritu inmundo

los expulse de mi corazón,

de mi mente, de mi cuerpo

y los mando ahora mismo

a los pies de tu cruz.

para que tú dispongas de todo eso

y no llegue a perturbar tu paz en mi corazón,

tu paz en mi ser, en mi familia,

en mis hijos, en mis nietos,

hermanos, en todos los que

tú me has encomendado.

Señor, basta que tu digas una sola palabra,

y este siervo tuyo quede sano,

y estos siervos tuyos queden sanos.

 

Señor, tú eres mi Señor y mi Salvador,

en toda mi vida, en toda mi memoria,

Señor, consciente y subconsciente.

En mis sentidos internos y externos,

y todo sea para tu gloria,

y que quede solo una Palabra impresa

en mi corazón, en mi mente,

que me inunde completamente,

y es tu nombre JESÚS, JESÚS, JESÚS

(SE REPITE) varias veces

y ora un poco en lenguas

y sigue murmurando el nombre de Jesús,

en lenguas, y te alabo y te bendigo

Señor, gloria a ti….

 

Mi gloria es hacer tu voluntad Señor,

aquí estoy Señor.

 

Jesús, Jesús tú eres mi Señor

eres mi Mesías, tú eres mi maestro,

tú eres mi camino, tu eres mi única verdad,

eres mi vida, en ti lo tengo todo,

sin ti no tengo nada, todo lo puedo en ti,

sin ti nada puedo Señor.

 

Señor, nos postramos delante de ti,

como este hombre llamado Jairo,

como esta mujer que padecía

ese flujo de sangre durante 12 años.

 

Creemos en ti Señor pero aumenta nuestra fe,

y en obediencia a tu señorío,

yo perdono desde lo más profundo de mi ser,

consciente y subconsciente en mi memoria,

en lo mas profundo en donde se guardan

esas heridas, esos recuerdos de los que

me han lastimado Señor, yo lo perdono,

y te invito a que entres a lo mas profundo

de mi ser, y transfórmame y renuévame.

 

Señor, humillado y postrado delante de ti,

te consagro todo mi ser, cuerpo,

alma y espíritu, todo, todo Señor,

para que encuentre paz en mi alma.

 

Y ahora Jesús en sintonía perfecta

con tu divina voluntad,

tú me pides Señor que cambie

de conducta y de vida.

Bella Oración al Señor

Señor, yo me levantaré para

darte gloria a ti.

Y así postrado levanto mi ánimo.

 

Levanto, Señor, esta gracia que tú me has dado,

para ordenarle a mi subconsciente,

a este don maravilloso de mi memoria,

de mi mente, lo que tú me has dado, Señor.

 

Porque tú me has dado,

Señor, en este corazón y en esta mente

el poder para transformar

la creación y darte gloria.

 

Por esto ordeno a mi cerebro

en tu nombre que al ser liberada

mi alma y mi corazón, ahora

reciba tu bendición y la salud.

Bella Oración al Señor

Yo he decidido recibir la salud,

recibir tu vida, Señor.

Por eso, Señor, cada célula de mi cerebro,

cada área, cada hormona,

cada elemento químico,

esté en sintonía perfecta

con tu divina voluntad,

para poder recibir tu vida y tu fuerza.

Espíritu santo, tu moras en mí,

tú moras en mí, tú estás en mí,

me someto a tu voluntad,

a tu divina autoridad,

y me dejo conducir y guiar por ti,

Espíritu de Dios.

 

Que sienta, Jesús,

los mismos efectos que la mujer

hemorroisa, que sintió en su cuerpo

esta fuerza sanadora de Jesús,

y Jesús sintió una fuerza sanadora

que salía de Él. Y solamente

tocó tu manto, Señor.

 

Y tú estás aquí, Señor,

y estás en mí, que brote de ti

esta salud que he venido a pedirte.

Pero ahora que he recibido todo esto,

Señor, es para darte gloria a ti

en el servicio de mis hermanos,

siendo un instrumento de vida para ellos,

y darte de comer en ellos,

vestirte en ellos, y darte de comer

beber en ellos, y enseñarte en ellos,

Señor.

Que las obras de misericordia

sean mi motivo de ser y mi vida.

 

Padre Dios, gracias,

Gracias por tener misericordia,

gracias por enviarme

a tu Hijo en su cuerpo,

sangre, alma y divinidad.

Bella Oración al Señor

Padre eterno yo te ofrezco el cuerpo,

la sangre y la divinidad

de tu amadísimo Hijo,

Nuestro Señor Jesucristo

en expiación de mis pecados

y del mundo entero. (repetir 3 veces).

Y así como estamos postrados

vamos a decir por primera vez en Jesucristo,

por el Espíritu Santo, esta frase siempre

abba, abba, Abba, Padre (repetir varias veces)

y la prueba de que somos Hijos de Dios,

es que hemos recibido el Espíritu Santo,

que nos hará exclamar Abba Padre.

 

Hemos recibido el Espíritu Santo

y todo nuestro corazón y toda nuestra mente

se une a la creación entera, a todos

los santos en el cielo y a todos los ángeles

y a nuestra Madre santísima,

y podemos decir Yhesua,

Pon la mano en tu corazón,

y disfruta de este momento de cielo,

de gloria, pon tus manos en tu corazón

y ofrécele todo tu ser, yo en ti y tú en mí,

tú en mí alianza eterna; te acepto

oh mi Dios y soy templo vivo de tu amor,

oh Santísima Trinidad, por tu gloria….

 

Cierra tus ojos y levanta

tus manos hacia el cielo,

tu cuerpo alaba al Señor,

tu cuerpo es templo vivo

Transfórmame, lléname, consuélame,

Dios de amor (con la mano en el corazón).

Y hay una persona hermosísima

que es la criatura más hermosa

y es la Señora porque supo bajar

a nivel del suelo y supo decir

“he aquí la esclava del Señor

hágase en mí según tu Voluntad”.

 

María, madre de Dios y madre nuestra,

enséñame a alabarle como tú le alabas,

a adorarle como tú le adoras,

a amarle como tú le amas,

porque tú eres la Reina de los Ángeles,

la reina de los predicadores,

reina de los mártires,

y reina de los santos.

Oh Maria, madre mía.

Bella Oración al Señor

Cristo hizo suya nuestras debilidades

y cargó con nuestros dolores,

y con nuestros pecados, y los clavó

en la cruz y murió por nosotros,

para darnos vida y vida en abundancia.

Vamos a darle gracias por hacer suyos todos los pecados que yo cometí. Gracias por clavarlos en la cruz. Por pagar por ellos. Por resucitar, gracias porque en ti recibo nueva vida. Gracias Jesús. Gracias Papá Dios, Gracias Espíritu Santo, gracias santísima Virgen María.

Señor, tú dijiste. No temas, basta que tengas fe. Hija, tu fe te ha curado, vete en paz, y quedó sanado de sus enfermedades.

Hijo, tu fe te ha curado, vete en paz, quedes sano de tus enfermedades. Gracias, gracias, bendito seas.

Con solamente tocarle el vestido, se le secó la fuente de su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba curada, inmediatamente, no mañana, y lo reconoce como Señor, es cuando se seca la fuente de su hemorragia, entonces hacemos conciencia de estas palabras

Pongan las manos en sus cerebros, en su memoria y diga: “y sintió en su cuerpo que estaba curada, y siento en mi cuerpo que estoy sano.” Bendito seas Señor
Y estoy sano en mi corazón porque me has perdonado.

Y estoy sano en mi memoria porque has quitado de mí todo aquello que me impedía recibir tu gracia, y en mi cuerpo Señor porque has hecho tuyos todos mis dolores, todos las enfermedades, porque no son de ti.. Bendito seas, Señor.DE SANACIÓN

Bella Oración al Señor

Cristo venció.

Nosotros hemos vencido.

Cristo hizo suyas todas nuestras

debilidades y cargó

con nuestros dolores.

Aleluya.

 

Bella Oración al Señor Bella Oración al Señor Bella Oración al Señor Bella Oración al Señor Bella Oración al Señor Bella Oración al Señor Bella Oración al Señor Bella Oración al Señor Bella Oración al Señor