Antes de salir de tu hogar, hay algo importante que debes recordar.
Antes de abrir los ojos y comenzar tu día, quiero escuchar tus primeras palabras.
Permíteme ser la primera persona con la que te comuniques al despertar.
Antes de hacer cualquier otra cosa, tómate un momento para hablar desde lo más profundo de tu corazón.
En tu cama, antes de levantarte, antes de enfrentar el mundo exterior, quiero que me hables con palabras hermosas de adoración.
No des un solo paso fuera de tu puerta sin expresar tu gratitud por todo lo que tienes. Los enemigos acechan y desean que olvides de dónde provienen tus bendiciones.
Por eso, te invito a tener una cita conmigo por la mañana.
Incluye en tu apretada agenda un momento especial para doblar tus rodillas y presentar ante mí tus asuntos, tu familia, tu empleo, tu vida.
Porque te amo y te valoro más de lo que puedes imaginar.
Cada uno en tu hogar ocupa un lugar especial en mi corazón, y quiero que no le des a nadie más la prioridad que merecen.
Así que, antes de salir de tu hogar, antes de sumergirte en el ajetreo del día, tómate un momento para hablar conmigo, para conectarte conmigo.
Permíteme ser tu guía, tu fortaleza y tu compañía en cada paso que des.
Te espero con amor y anhelo, listo para escuchar tus palabras y bendecir cada aspecto de tu vida.