Un devocional diario para fortalecer tu relación con Dios

 

Devocional de Hoy Martes

 

Palabras de vida eterna

Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
— Juan 6:68

¿Cuál es el motivo por el que sigues al Señor Jesús?

En la trayectoria de Jesús hubo momentos en los que las personas lo siguieron por causa de su fama y de sus muchos milagros, por los panes y los peces que multiplicó.

Eran tantas las bendiciones, que daba gusto presenciarlas ya que generaban un sentido maravilloso de bienestar.

Pero cuando Jesús predicó sobre el compromiso, la renuncia, el dar prioridad al Reino de Dios, seguir el camino estrecho de la cruz o ir contra la corriente del mundo, muchos lo abandonaron.

En una ocasión en la que muchos discípulos lo dejaron, Jesús le preguntó a los 12 si también deseaban irse. Pedro, respondiendo por todos dijo: Señor, no hay para donde ir. Solo en ti tenemos la certeza de la salvación.

Si sigues a Jesús solo porque deseas recibir bendiciones o porque te hace sentir bien con tu consciencia o tus emociones, todavía no has entendido bien el Evangelio. Los discípulos que se quedaron con él descubrieron que valía la pena seguir a Jesús por las razones correctas.

No porque Jesús era famoso y hacía milagros y prodigios o porque era un buen Maestro. ¡No! Más que todo eso, Jesús era, y es, el Salvador eterno. Cree: ¡él quiere darte nueva vida! La fe en la Palabra de Jesús nos conduce a la vida plena con Dios por la eternidad.

Conoce las Palabras de Vida Eterna

Si te das cuenta de que no sigues a Cristo por las razones correctas, acércate más a él y busca conocerle mejor.

Lee, escucha y estudia la Palabra de Dios pura y simple, tal y como es.

¡Ora y confía! Aunque parezca difícil, el andar con Dios es un camino seguro. En él tenemos la certeza del futuro eterno.

Lee Juan 17:3 – Medita sobre lo que es la Vida eterna. Fíjate que comienza aquí.

Está claro que cuando seguimos a Jesús somos bendecidos, sentimos alivio y nos reconforta su paz. Pero eso no es lo principal. ¡Jesús es mejor que todo eso y es mucho más!

¡Mantente firme en el Camino! Con Jesús vale la pena perseverar…

 

Para orar:

Señor, no quiero ser solo simpatizante del Evangelio. Quiero conocerlo, guardarlo y practicarlo con fe, esperanza y amor. Ayúdame a obedecer tu Palabra aunque parezca difícil. Sé que el camino es estrecho, pero tu gracia me basta. Gracias,

Papá, por tu amor puro e incondicional que nos diste a través de Jesús. Sé que él no vino al mundo simplemente para hacernos más felices aquí, sino para darnos la vida eterna. De hecho, no vale la pena vivir sin Jesús, mi Señor. Ayúdame, pues sé que contigo todo resultará bien. Amén

Devocional de Ayer

 

Todas las cosas son posibles para Dios

Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible.
(Marcos 10:27)

Hay algo que es totalmente cierto: ¡para Dios todo es posible! Nuestra tendencia natural es de intentar resolver todo por nuestras propias fuerzas. A veces pasamos por momentos en los que reconocemos que no hay nada más que podamos hacer.

Es precisamente en esos momentos en los que solo el poder de Dios será capaz de traer la solución.

Dios quiere hacer lo imposible en nuestras vidas y para eso tenemos que confiar en su poder. A veces, nuestra falta de fe puede impedir que Dios haga grandes cosas en nuestras vidas.

Cuando Pedro caminó sobre las aguas, él experimentó lo imposible a través de la palabra de Jesús, pero su fe tuvo poca duración y por eso comenzó a hundirse.

Confiar en Dios es obedecer su voz sin preocuparse sobre las condiciones del mar fijando los ojos solo en él. De esa forma, podremos experimentar grandes milagros y maravillas en nuestras vidas. Debemos fortalecer nuestra fe en Jesús orando, leyendo y creyendo en aquel que hace y hará lo imposible por nosotros.

Para el hombre es imposible, pero no para Dios:

Lo que nos parece imposible a nosotros es posible para Dios. Lleva tu problema ante Dios en oración. No te calles frente a las dificultades.

Fortalece tu fe y tu confianza en Dios acercándote y dedicándote más a él. Busca a Dios pues todo el que le busca lo encuentra.

Dios es soberano, entrégate a su voluntad. Todas las cosas obrarán para tu bien. Confía en él y ten ánimo.

Para orar:

Señor, te entrego mi problema. Me siento limitado y estoy sin fuerzas, pero confío en tu poder y en tu amor. Haz un milagro en mi vida. Que tu mover sea motivo de gran alegría y júbilo. En tu nombre, amén.

Devocional de Anteayer

 

Nada se compara con lo que ha de venir

De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros.
(Romanos 8:18)

No es fácil atravesar el largo camino de la vida. Habrá momentos buenos y alegres, pero también llegarán momentos de luto, de dificultad y sufrimiento. Pero una cosa es cierta: ¡ningún momento difícil se compara con lo que ha de venir!

Pablo tenía autoridad para escribir estas palabras. A través de su vida podemos constatar que ninguna dificultad o sufrimiento se comparó con lo que él experimentó de Dios. Todo dolor se convirtió en galardón y Pablo está hoy en la gloria donde también estaremos un día.

Dios ha preparado la alegría eterna de que estemos a su lado, pero también nos preparó grandes bendiciones que están siendo reveladas desde ya en la tierra. Andar de «fe en fe y de gloria en gloria» es así.

Todos los momentos difíciles son transitorios y todo contribuye para nuestro bien, sea para el crecimiento de nuestra fe o para que el nombre de Dios sea glorificado.

Nunca pienses que los momentos de tribulación son el fin. En realidad esos momentos son un medio para que aumentemos nuestra fe y crezcamos en gracia. Y todavía más porque nada se compara con lo que recibiremos de Dios en el futuro.

Esa debe ser nuestra meta, el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Con nuestra meta, que es Cristo, cualquier tribulación parece más pequeña delante de lo que ha de venir.

¡Lo mejor está por venir!

Mantén en mente que toda tribulación es pasajera. Medita en la palabra de Dios, esta es la mejor forma de atravesar las tribulaciones. Los problemas pasarán.

 

Cuando la carga parezca muy pesada recuerda que Dios es capaz de ayudarte a cargarla. Solo necesitas hablar con él y pedir su auxilio. Dios no nos desampara en las dificultades: ¡ora!

Si te sientes solo, comparte tus dificultades con un hermano de confianza. Siempre es mejor dos que uno para enfrentar un desafío en oración.

Para orar:

Señor Dios, estoy consciente de que todo ayuda para el bien de los que te aman. Derrama en mí tu Espíritu Santo para que yo pueda atravesar estos desafíos. Que tu nombre sea glorificado a través de mi victoria. Amén.

Qué es el Devocional diario

 

El Devocional diario es un momento especial del día que dedicas para tener un tiempo precioso de comunión con Dios. Es muy sencillo establecer una rutina emocionante de descubrimiento y crecimiento espiritual.

Lo lograrás al separar un momento cada día para acercarte al Señor. Durante el Devocional leerás un versículo de la Biblia con una meditación sobre el texto. Luego, meditarás sobre las enseñanzas y cómo aplicarlas en tu vida. Al final, podrás orar.

Cómo hacer tu Devocional diario

Aquí tienes unos consejos para que aproveches al máximo la lectura del mensaje bíblico durante el Devocional diario:

Aparta un momento y escoge un lugar específico: tu momento devocional será más provechoso si dejas de lado el ajetreo e inviertes en un tiempo placentero a solas con Dios.

Lee el versículo o el pasaje bíblico con atención: desarrolla un estilo de vida comprometido con la Palabra de Dios todos los días y evita las distracciones.

Lee la meditación diaria: reflexiona e intenta comprender el propósito de Dios para tu vida a través de los comentarios.

Aplicación práctica: anota tus descubrimientos y no olvides poner en práctica todo lo que has aprendido por medio de la Biblia.

Comparte lo que aprendiste: intenta compartir con otras personas a través de tus conversaciones e interacciones diarias lo que Dios te enseña en tus momentos de devocional diario.

¡No olvides la importancia de vivir una vida totalmente comprometida con la Palabra de Dios!

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