Devocional Diario para hoy Lunes

Devocional Diario para hoy Lunes
Devocional Diario para hoy Lunes

 

…de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.
— Colosenses 3:13

Sí, perdonar es una elección personal. Significa renunciar al deseo de vengarse y no «pagar con la misma moneda». Perdonar es superar lo que sucedió para dar oportunidad a una nueva trayectoria. Cuando perdonamos estamos superando el pasado y dando una nueva perspectiva tanto al prójimo como a nosotros mismos.

Perdona y serás perdonado. No somos perfectos, pero seguimos el objetivo perfecto que es Cristo. Si nosotros también nos podemos equivocar, ¿por qué no vamos a perdonar? El perdón es poderoso. A través de esa actitud nos libramos del resentimiento y de la «carga sobre nuestras espaldas».

Perdonar no es ser compasivo con la injusticia ni ignorarla. Todo lo contrario, perdonar es tomar una actitud valiente ya que se está consciente de que sucedió algo equivocado, pero se tiene la disposición de superarlo.

Fuimos perdonados primero, Jesús perdonó nuestros pecados. Nuestro destino era la condenación y la muerte eterna, pero Jesús eligió: él prefirió perdonarnos. Él se entregó a sí mismo a nuestro favor. ¡Somos fruto del perdón, somos libres del pecado! No guardes resentimientos, perdona.

Quita la carga de tus espaldas:

Si se te hace difícil perdonar a alguien, habla con Dios. Él nos oye y se mueve a través de la oración. El Espíritu Santo nos aconseja y nos da dirección.

Recuerda que fuiste perdonado primero. Quien perdona, ama y es amado por Dios.

El resentimiento nos mantiene presos. Puede ser difícil y hasta doloroso, pero el perdón te librará del rencor que te atormenta.

Para orar:

Señor, soy fruto de tu perdón y quiero estar libre de resentimientos. Perdonar es un aprendizaje, enséñame a perdonar. Quiero ser como tú, quiero amar y ser amado. Sé que el perdón es parte del amor, enséñame a amar a mi prójimo. Amén.

Devocional de Ayer

 

Recoges lo que plantas

No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.
– Gálatas 6:7

La gran alerta de este versículo recae sobre el engaño de pensar que podemos engañar a Dios. La ley de la siembra da una enseñanza muy clara: todos reciben los frutos de aquello que plantaron. Cada nuevo día tenemos la oportunidad de actuar bien, de plantar cosas buenas movidos por el Espíritu de Dios. Pero, que sea o no sea así, es nuestra decisión personal…

La Biblia nos muestra un sinnúmero de ejemplos de justicia y de las consecuencias que traen todas nuestras actitudes.

Para sembrar bien necesitamos decidir cuáles semillas sembraremos y en cuál suelo. Todo es cuestión de escoger. Planta buenas semillas en suelo fértil y ten la certeza de que recogerás buenos frutos.

Comienza hoy a plantar buenas semillas:

Observa qué tipo de semilla has sembrado. Si has plantado mal y recogido lo que no te agrada tal vez sea hora de cambiar de actitud. Pídele perdón a Dios.

Revisa cómo te has comportado (con Dios, con tu familia, en el trabajo, con los amigos, etc.) y busca plantar siempre buenas semillas bajo la dirección de Dios.

Ora para que tus semillas puedan bendecir la vida de otras personas además de a ti mismo.

Siembra buenas semillas hoy de forma práctica: sé gentil, muestra gratitud, ayuda a alguien, perdona, demuestra amor.

Estudia la Biblia y descubre cómo plantar de forma agradable a Dios.

Conversa con hermanos en Cristo y comparte con ellos la intención de producir buenos frutos para Dios.

Para orar:

Amado Dios, sé que tú conoces mis actitudes. Nadie puede esconderse de ti y no hay manera de engañarte. Perdona mis malas intenciones y las decisiones equivocadas que he tomado hasta aquí.

Ayúdame a plantar siempre buenas semillas. Que yo aproveche siempre las oportunidades de sembrar cosas buenas en la vida de otras personas. Gracias porque me ayudas y me enseñas a recoger buenos frutos que te agradan. En el nombre de Jesús, amén.

Devocional de Anteayer

 

Aférrate a lo bueno

Sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno…
(1 Tesalonicenses 5:21)

En este versículo Pablo aconsejó a los hermanos de Tesalónica que estuvieran atentos a las escrituras sobre las profecías que se declaraban en medio de ellos.

El apóstol les aconsejó no despreciar lo profetizado, sino discernir y retener lo que era bueno. Inmediatamente después, Pablo continuó exhortando: «eviten toda clase de mal» (1 Tesalonicenses 5:22).

Dios nos dio acceso total a su Palabra. A través de la Biblia, tenemos la referencia de lo que procede o no de Dios. El discernimiento se activa en nosotros cuando tenemos contacto diario con la Palabra.

Cuando nos alejamos de Dios nos hacemos vulnerables. Y debido a la falta de discernimiento o al desconocimiento de las Escrituras cometemos deslices y retenemos lo que no edifica.

Estar en contacto diario con la Palabra de Dios es el primer paso para los que quieren retener lo que es bueno. El discernimiento es un don espiritual que debe ser una prioridad diaria. La persona que busca a Dios se aleja del mal.

Aferrándote a lo que es bueno

Ten la Palabra de Dios como tu estandarte. Ella nos trae claridad y nos da discernimiento.

Evita las discusiones innecesarias. Pequeñas discusiones pueden generar grandes confusiones.

Busca edificar la vida de tus hermanos. Cuando nuestro objetivo es edificar la vida del prójimo y no juzgarlo, todo mejora.

Para orar:

Señor Dios, quiero aprender más de tu Palabra. Ella me da dirección y discernimiento. Quiero edificar la vida de mis hermanos con una palabra inspirada por ti. En el nombre de Jesús, amén.

Qué es el Devocional diario

 

El Devocional diario es un momento especial del día que dedicas para tener un tiempo precioso de comunión con Dios. Es muy sencillo establecer una rutina emocionante de descubrimiento y crecimiento espiritual.

Lo lograrás al separar un momento cada día para acercarte al Señor. Durante el Devocional leerás un versículo de la Biblia con una meditación sobre el texto. Luego, meditarás sobre las enseñanzas y cómo aplicarlas en tu vida. Al final, podrás orar.

Cómo hacer tu Devocional diario
Aquí tienes unos consejos para que aproveches al máximo la lectura del mensaje bíblico durante el Devocional diario:

Aparta un momento y escoge un lugar específico: tu momento devocional será más provechoso si dejas de lado el ajetreo e inviertes en un tiempo placentero a solas con Dios.

Lee el versículo o el pasaje bíblico con atención: desarrolla un estilo de vida comprometido con la Palabra de Dios todos los días y evita las distracciones.

Lee la meditación diaria: reflexiona e intenta comprender el propósito de Dios para tu vida a través de los comentarios.

Aplicación práctica: anota tus descubrimientos y no olvides poner en práctica todo lo que has aprendido por medio de la Biblia.

Comparte lo que aprendiste: intenta compartir con otras personas a través de tus conversaciones e interacciones diarias lo que Dios te enseña en tus momentos de devocional diario.

¡No olvides la importancia de vivir una vida totalmente comprometida con la Palabra de Dios!

 

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